Entrevista
31 de marzo de 2025
Develar los secretos del universo. Entrevista con Wendy Freedman
Pocos científicos pueden afirmar haber transformado nuestra comprensión del cosmos tan profundamente como la Dra. Wendy Freedman, profesora de astronomía y astrofísica en la Universidad de Chicago. Recientemente galardonada con la Medalla Nacional de Ciencia —el mayor reconocimiento científico de los Estados Unidos—, otorgada por la Casa Blanca, la Dra. Freedman ha sido reconocida por su labor pionera en la medición de la expansión y evolución del Universo. Su innovadora investigación también le ha valido un lugar en la lista Nature’s 10, un prestigioso reconocimiento a las personas que desempeñaron un papel fundamental en el avance de la ciencia en 2024.
La investigación de la Dra. Freedman se centra en la cosmología observacional para realizar mediciones de la tasa de expansión del universo con ayuda de los telescopios espaciales Hubble y Spitzer y del telescopio terrestre Magallanes). Sus proyectos actuales incluyen mediciones de la constante de Hubble —la tasa actual de expansión— así como la tasa de expansión pasada, que proporciona restricciones a la aceleración del universo y la energía oscura. Otro campo de interés para ella son las poblaciones estelares de las galaxias, la evolución de las galaxias y la función de masa inicial.
El viaje de la profesora Freedman a las estrellas comenzó, de manera inesperada, en un momento de su infancia, lejos de las aulas académicas que hoy conduce. Una noche, mientras observaba las estrellas con su padre en una zona remota, lejos de las luces de la ciudad, él le explicó cómo la luz que veían podía provenir de estrellas que ya no existían, una idea que fascinó a su joven mente. Lo que sigue es la conversación que sostuve con ella en su oficina de la Universidad de Chicago.
Alberto Foncerrada: ¿Cuál ha sido, en su opinión, la transformación más importante en la forma en que hacemos astronomía en los últimos cincuenta años?
Wendy Freedman: Entré en el campo cuando los detectores que teníamos eran placas fotográficas de vidrio. Viví la transición a los dispositivos de carga acoplada (CCD), que nos permitieron realizar observaciones mucho más precisas, en múltiples longitudes de onda y con una mayor relación señal-ruido. Estos avances nos permitieron abordar cuestiones fundamentales como los efectos del polvo y realizar correcciones que antes no eran posibles.
Luego vino el lanzamiento del Telescopio Espacial Hubble que revolucionó el campo en incontables formas. Me siento muy afortunada de haber comenzado mi carrera justo cuando estas tecnologías transformadoras comenzaban a estar disponibles.
AF: ¿Cuál es la importancia de mantener un compromiso con las ciencias básicas como la astronomía, cuando desafíos globales como la sostenibilidad y la geopolítica parecen más apremiantes?
WF: En tanto especie, la humanidad siempre se ha hecho preguntas fundamentales sobre su origen. La investigación básica a menudo comienza con la curiosidad y, aunque inicialmente no sepamos a dónde llevará, históricamente ha impulsado avances sociales que ahora damos por sentados.
Por ejemplo, innovaciones como las máquinas de rayos X, el GPS e incluso ciertos dispositivos médicos surgieron de la investigación básica. La astronomía no es una excepción: desafía nuestra comprensión del Universo, transforma nuestra perspectiva y ocasionalmente genera beneficios prácticos inesperados.
Más allá de lo práctico, disciplinas como el arte, la literatura y la ciencia básica son esenciales para nuestra humanidad. No deberíamos limitar nuestro enfoque únicamente a los desafíos inmediatos; nuestra curiosidad y creatividad impulsan el progreso de maneras que no siempre podemos prever.
AF: ¿Qué podría usted prever en términos de oportunidades de descubrimiento en astronomía en las próximas dos décadas?
WF: Las próximas dos décadas serán increíblemente emocionantes. Uno de los proyectos que lideré, el Telescopio Gigante Magallanes (GMT), un telescopio óptico de 24.5 metros de diámetro que se está construyendo en los Andes en Chile, abrirá nuevas fronteras. Gracias a su apertura, el GMT será lo suficientemente sensible como para detectar biofirmas como agua, ozono, dióxido de carbono y metano en las atmósferas de exoplanetas cercanos, lo que podría proporcionar evidencia de vida.
También tenemos el European Extremely Large Telescope (telescopio europeo extremadamente grande) y otros proyectos importantes en el horizonte. Censos desde tierra como los del Observatorio Rubin proporcionarán imágenes profundas y dinámicas del cielo, revelando fenómenos como supernovas y estrellas variables a una escala sin precedentes.
Mientras tanto, el telescopio espacial Roman de la NASA ofrecerá censos infrarrojos de campo amplio. En conjunto, estos avances nos permitirán explorar objetos menos visibles y muy distantes, revelando lo inesperado. Esa es la belleza de las nuevas herramientas: a menudo conducen a descubrimientos que no podemos predecir.
AF: Después de décadas de trabajo sobre la expansión del Universo, ¿cree que la tensión de Hubble se resolverá en breve?
WF: Soy optimista; creo que haremos progresos significativos pronto. Avances recientes como los del telescopio espacial James Webb ya han mejorado nuestra capacidad de medir distancias con precisión.
La “tensión de Hubble” surge de las discrepancias entre las mediciones de la expansión del Universo utilizando estrellas cefeidas —métodos que datan de Edwin Hubble— y aquellas basadas en las fluctuaciones del fondo cósmico de microondas. Investigaciones recientes muestran convergencia en algunas mediciones de distancias, aunque persisten desafíos, particularmente al usar las cefeidas para conectar con supernovas distantes.
Resolver esta tensión reforzará nuestro modelo cosmológico actual o revelará algo fundamentalmente nuevo. Por ejemplo, nuestro modelo estándar incluye materia oscura y energía oscura, fenómenos que aún no comprendemos completamente. Ya sea que la tensión sea real o no, el proceso de investigación profundizará nuestra comprensión del cosmos.
Wendy Freedman es una astrónoma canadiense-estadounidense que trabaja en la Universidad de Chicago, famosa por su trabajo sobre la constante de Hubble. Estudió astronomía en la Universidad de Toronto, donde obtuvo su doctorado en astrofísica. Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, entre otras instituciones. Ha recibido varios reconocimientos por su trabajo, como la Medalla Nacional de Ciencias del gobierno de Estados Unidos.
Alberto Foncerrada es coordinador de Vinculación y Difusión Cultural en UNAM Chicago.