Experiencias
31 de marzo de 2025
En busca de exoplanetas. El tránsito de un astrónomo colombiano en México
Por: Santiago Páez Avendaño
Nací en Chaparral, un pequeño pueblo andino del departamento del Tolima, Colombia. Cuando tenía trece años mi familia y yo nos mudamos a Bogotá, donde completé mi educación secundaria en un colegio oficial del sur de la ciudad. Fue entonces cuando, gracias a un club estudiantil de astronomía, conocí el Planetario de Bogotá. A los catorce asistí a un breve curso de astronomía para profesores y el tema me cautivó como ningún otro antes en la escuela.
Sin ser un estudiante sobresaliente hasta ese momento, la experiencia en el planetario me permitió descubrir que la astronomía era a lo que quería dedicarme de forma profesional. Al terminar el colegio entendí que para eso debía estudiar un posgrado y por eso elegí una carrera que me preparara lo mejor posible. Obtuve una beca completa para cursar la licenciatura en ciencias naturales en la Universidad de La Sabana, en Chía, Cundinamarca. En Colombia una licenciatura equivale a formación docente, así que mi perfil al final se enfocó a la enseñanza de las ciencias naturales con énfasis en física y astronomía.
Durante los cinco años de la carrera confirmé dos pasiones: la investigación en astronomía y la divulgación científica. Participé en un grupo estudiantil de investigación y en actividades de divulgación que me permitieron explorar temas astronómicos mientras completaba mi formación pedagógica. Mis ganas por estar preparado para un programa de posgrado en astrofísica me llevaron a buscar constantemente oportunidades: participé en tres escuelas de verano/invierno (dos de ellas en la UNAM y otra en Centroamérica) y participé en iniciativas de ciencia ciudadana como la búsqueda de asteroides. Por medio de la comunidad astronómica colombiana supe de la Escuela de Astronomía Observacional para Estudiantes Latinoamericanos coorganizada por el Instituto de Astronomía de la UNAM (IA) en el Observatorio Astronómico Nacional de Tonantzintla, Puebla. Postulé dos veces y fui aceptado. Esa fue la primera vez que salí de Colombia. Esa experiencia me terminó de convencer de que quería ser astrónomo profesional y de que México era el lugar donde quería formarme.
De regreso a mi país dediqué un año más para concluir la licenciatura y en seguida postulé al posgrado en astrofísica de la UNAM. El proceso de admisión fue exigente, especialmente porque me faltaba formación en algunas áreas de la física. Sin embargo, me inscribí en cursos propedéuticos, presenté los exámenes y después de dos meses intensos, recibí la noticia de que había sido admitido.
Sin duda, detrás de ese logro (y de todos los que he tenido) hay un gran respaldo: mi familia que siempre me apoyó para dedicarme de lleno a los estudios; mis profesores y amigos que confiaron en mí y me motivaron a perseguir las metas que con mucha ilusión en su momento les compartí.
A finales de julio de 2024 volví a México para comenzar la maestría en astrofísica. Vivir en otro país siempre supone retos culturales y personales, pero Colombia y México comparten raíces e historias que han facilitado mi día a día. Desde el punto de vista académico, dar el salto de un enfoque pedagógico a uno puramente disciplinar ha requerido esfuerzo, pero la experiencia ha sido sumamente enriquecedora. El IA me ha ofrecido un ambiente de investigación de vanguardia, con personas que me inspiran y me motivan a aportar desde mis posibilidades y conocimientos a la astronomía. Trabajo en el equipo de la doctora Yilen Gómez Maqueo Chew en el estudio de exoplanetas en tránsito, un tema por el que tomé gran interés gracias a mis mentores en Colombia y al que espero aportar desde ahora y en el futuro.
Puedo decir que vivo agradecido con la vida por haber puesto en mi camino personas y oportunidades que me permiten hoy tener el privilegio de trabajar en la UNAM en proyectos de búsqueda y caracterización de exoplanetas en tránsito, colaborando con equipos nacionales e internacionales del más alto nivel y que todos los días trabajan en expandir la frontera del conocimiento humano sobre el mundo en el que vivimos, sobre cómo se formó, cómo puede albergar vida y sobre la posibilidad de que haya otros mundos como el nuestro.
Santiago Páez Avendaño es un astrofísico colombiano que trabaja en el Instituto de Astronomía de la UNAM; su trabajo se enfoca en el estudio de exoplanetas.