Entrevista   
30 de junio de 2022

La internacionalización universitaria y los retos del presente. Entrevista con Juan de Pablo

Por: Alberto Foncerrada Berumen
Juan de Pablo ocupa uno de los cargos más elevados en la Universidad de Chicago (UC), la Vicepresidencia Ejecutiva para Ciencia, Innovación, Laboratorios Nacionales e Iniciativas Globales. Aun así, no oculta su pasión al referirse a nuestra universidad, donde estudió ingeniería química, y confiesa que aquellos fueron algunos de los “años más memorables” de su vida. Lo resume así: “fue una experiencia increíble en una universidad fantástica y estoy inmensamente agradecido por la educación que recibí en la UNAM”.

Alberto Foncerrada Berumen: Cuéntanos un poco acerca de lo que implica tu trabajo. Es una posición muy relevante.
Juan de Pablo:
Desempeño varias tareas en la UC. Soy profesor de ingeniería molecular, imparto clases y trabajo con estudiantes, y tengo un grupo que realiza investigación en el diseño de materiales avanzados para una serie de aplicaciones. Usamos computadoras muy grandes y desarrollamos algoritmos matemáticos y métodos aplicados a partir de estadísticas y aprendizaje automático para poder diseñar materiales avanzados que eventualmente encontrarán su camino en nuestras aplicaciones, con las que todos estarán familiarizados. Ese es mi primer trabajo.

Tengo un segundo puesto como vicepresidente ejecutivo de la universidad y en ese papel, superviso los laboratorios nacionales que están afiliados a ella: el Laboratorio Nacional Argonne y el Laboratorio Nacional Fermilab, ambos muy grandes y muy importantes para el país, y financiados por el departamento de energía. También superviso la estrategia científica y los aspectos de innovación de la universidad, así como los programas de emprendimiento, los programas de inicio de startups o, de incubación para nuevas empresas que se lanzan fuera de la universidad o, lo que es más importante, el ecosistema proporcionado por Chicago. Finalmente, también superviso las iniciativas de internacionalización de la universidad, los programas internacionales que tenemos en asociación con países de todo el mundo, incluidos y de gran importancia México y la UNAM.


AFB: ¿Qué te trajo a Chicago y cuánto tiempo llevas aquí?
JP:
Llegué en 2012. Antes de venir a la UC fui profesor de ingeniería química en la Universidad de Wisconsin, en Madison, hace ya casi diez años. Posteriormente, la UC me llamó y me preguntaron: “Juan, estamos comenzando una nueva escuela de ingeniería molecular en Chicago, ¿te interesaría venir?”, y dije que sí. Chicago en ese momento no tenía ninguna ingeniería, sino ciencias fundamentales (química, física, biología, medicina). Estaba intrigado por saber qué es lo que querían, así que fui el primer profesor que contrataron para ingeniería y ha sido una experiencia fantástica. Esta es una gran ciudad, una gran universidad y estoy muy entusiasmado con todo lo que está sucediendo a nivel local con la universidad y las comunidades a su alrededor, tanto a nivel de la ciudad como a nivel global.

ES INDISPENSABLE QUE LOS ESTUDIANTES
QUE PREPARAMOS SEAN GLOBALISTAS EN SU FORMACIÓN


AFB: ¿Qué opinas de la importancia de la colaboración académica internacional y particularmente en la ciencia?
JP:
Creo que es increíblemente importante, ahora más que nunca. Creo que nos hemos dado cuenta de que la humanidad enfrenta tremendos problemas, desafíos para los cuales es necesario utilizar algunas de las mejores mentes; necesitamos utilizar las ciencias y la ingeniería, los científicos sociales y los economistas, todos deben contribuir a las soluciones de estos grandes desafíos globales. Por ejemplo, el clima. Resolver la crisis climática que tenemos es un problema global. Necesitamos alianzas en todo el mundo para poder encontrar soluciones.

La energía es otro ejemplo, la pobreza, la democracia. Todos ellos son temas globales y es necesario tener a las mejores personas en cada país para que podamos alcanzar la profundidad de comprensión que se requiere para influir en algunos de estos desafíos. También es fundamental que los estudiantes que preparemos sean internacionalistas en su formación. Tienen que sentirse igualmente cómodos en los Estados Unidos, en México, en Alemania, en Kenia, en la India; ese es el tipo de persona que queremos formar, y para poder hacer eso de manera efectiva necesitamos alianzas internacionales con otras grandes universidades como la UNAM.

Una de las cosas que hemos realizado, es la suscripción de acuerdos con la UNAM y con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) de México, que han traído gran talento a Chicago y han propiciado que el talento de este estado vaya a México. Realmente es una relación bilateral, y en mi propio grupo de investigación siempre hay estudiantes talentosos de todo México, incluidos los de la UNAM, y esa relación para mí ha sido muy gratificante, muy importante y la cuido mucho.


AFB: ¿Qué le dirías a un alumno de la UNAM que está indeciso sobre estudiar ciencias, particularmente cuando la ciencia en sí misma ha sido tan cuestionada por algunos sectores?
JP:
Bueno, soy científico e ingeniero y hay un sesgo. Hay muchas cosas que debemos hacer ahora para asegurar la prosperidad de toda la humanidad. Vuelvo al ejemplo del desafío climático: esos son problemas científicos y para ellos necesitamos encontrar soluciones científicas y de ingeniería que nos permitan abordar el problema. Creo que las ciencias y la ingeniería son extraordinariamente relevantes en este momento y no hay suficientes de nosotros, no hay suficientes científicos e ingenieros. Eso es importante porque apunta al problema de no tener suficientes mentes para resolver estos problemas que necesitan soluciones, pero también apunta a las oportunidades. Los estudiantes que obtengan sus títulos en estas áreas tendrán muchas oportunidades para una carrera productiva, significativa e impactante, por lo que sí alentaría a los estudiantes a pensar en ciencias e ingeniería. Quizá algunos estudiantes tengan un poco de miedo por lo exigentes o difíciles que pueden ser estas disciplinas, mi respuesta a eso sería que todo es exigente, todo es difícil cuando intentas hacerlo bien. Un título en economía, en ciencias sociales, en humanidades, en artes, en ciencias o en ingeniería es igualmente difícil cuando te lo tomas en serio, cuando lo haces bien. Pero, de nuevo, eso es lo que quieres hacer cuando estás por comenzar tu vida, deseas asumir esos desafíos, superarlos y tener un impacto en la vida y una carrera significativa, así que, para resumir, les diría que sí, por favor estudien ingeniería, estudien ciencias, necesitamos las mejores mentes de todo el mundo para hacer prosperar a la humanidad.

Acerca de los cuestionamientos a la ciencia, te diría que hay oportunidades muy interesantes en la interfaz entre lo que llamaremos las ciencias duras y las ciencias sociales y humanidades. Las personas pueden resolver esa interfaz. Vimos esto, por ejemplo, con el desarrollo y la distribución de las vacunas contra la COVID-19: requieres al científico que desarrolle la vacuna de manera muy rápida, necesitas al ingeniero que potencie la producción de manera muy rápida, y necesitas al experto en ciencias sociales que realmente pueda hablar con el público y ayudarlo a comprender lo que esta vacuna puede hacer por él. Esos tres grupos tienen que trabajar juntos y muy de cerca.

Las personas que puedan trabajar en esa interfaz, entre las tres áreas van a ser muy importantes para nosotros y son muy pocas, así que les diría: “tenlo en cuenta como una carrera, esta es un área en donde requerimos más talentos”.

 
Juan de Pablo es vicepresidente ejecutivo para Ciencias, Innovación, Laboratorios Nacionales e Iniciativas Globales de la Universidad de Chicago.

Alberto Foncerrada es el Enlace Cultural e Interinstitucional en la Sede de la UNAM Chicago.

Versión en español de Christian Zúñiga.
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