Encuadre   
29 de febrero de 2024

Educación musical. Una reflexión desde Estados Unidos, Canadá, Alemania y México

Por: Luis Alfonso Estrada Rodríguez
La reflexión sobre la educación musical en los países mencionados en el título proviene de sus tradiciones educativas y de los rasgos propios de sus contextos socioculturales. Ya que en México no se hace filosofía de la educación, surgen preguntas como ¿qué es filosofar sobre la educación musical?, ¿cómo los practicantes de la reflexión sobre la educación musical conceptúan la filosofía, la música y la educación?, ¿cuáles son los frutos de sus tareas y en qué radica su importancia para los involucrados en las actividades musicales?

La educación musical está presente en diferentes ámbitos: el escolar, propio de los sistemas educativos generales en un país; el comunitario, que de manera tradicional y espontánea se da en un círculo social determinado, con o sin apoyo institucional, y el profesional, el de preparación para el desempeño de la música en conservatorios y escuelas universitarias.

En Estados Unidos y Canadá la reflexión sobre la educación musical tiene lugar en un campo disciplinario denominado Philosophy in Music Education (PME), que en México se conoce como filosofía de la educación musical. En Alemania, esa reflexión se lleva a cabo, entre otras subdisciplinas de la pedagogía, en la Musikdidaktik (MD), que en México denominamos didáctica de la música. Desde 2004, en el programa de posgrado en música creado en la UNAM, se han integrado dos seminarios, uno de filosofía de la educación musical y otro de didáctica de la música. A continuación describo las características particulares de las reflexiones filosóficas mencionadas. Advierto que la tarea de presentar estas diferentes tradiciones de reflexión sobre la educación musical en la extensión de un artículo de divulgación es compleja; sin embargo, espero poder presentar las características principales de cada una de ellas citando a algunos de sus autores más representativos.

FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN MUSICAL EN NORTEAMÉRICA
La PME es una disciplina relativamente nueva. No obstante, ya han sido establecidos simposios internacionales regulares desde 1990 y la revista Philosophy of Music Education Review fue fundada en 1993. Además, en los países angloparlantes muchas universidades ofrecen cursos de filosofía de la educación musical. Que la PME se haya cultivado principalmente en Estados Unidos y Canadá se refleja en que de veintiséis autores participantes en el libro The Oxford Handbook of Philosophy in Music Education (Bowman y Frega, 2012), diecisiete son académicos de universidades de Estados Unidos y Canadá.

Dos de los filósofos de la PME más influyentes en el campo durante las últimas décadas, Bennet Reimer y Wayne Bowman, coinciden en hacer hincapié en la etimología: la palabra filosofía, de origen griego, significa “amor a la sabiduría.” Bowman (1998) destaca que la investigación filosófica está impulsada por una pasión hacia la verdad, la comprensión y el conocimiento. Para Reimer (2003), esa forma de amor a la sabiduría se despliega al pensar cuidadosa y exactamente sobre algo. Bowman afirma que la educación musical es profundamente dependiente de la filosofía de la música para tener una dirección fundamental ya que, sin una adecuada comprensión de la filosofía de la música, la construcción de una filosofía aplicada de la profesión se convierte en una tarea precaria. Para él:

[…] la música asume demasiadas formas, sirve a demasiadas
funciones diversas, y está tan inserta en el flujo
dinámico y la mutación de la vida sociocultural para poder
ser explicada por proyectos teóricos que no son similarmente
dinámicos, diversos y fluidos. (p. 9)

Anque la filosofía no tiene las mismas características que la PME, la búsqueda de respuestas más apropiadas a ellas es su principal tarea, por lo que el mismo autor caracteriza a la filosofía como un proceso.

Elliott (1995), otro filósofo influyente en este campo, define algunas características de las investigaciones filosóficas: se ocupan de la imagen completa como un medio y como un fin; si bien el pensamiento filosófico incluye reflexiones de maneras particulares de acciones, situaciones, individuos y objetos, la filosofía se ocupa de asuntos que no pueden tratarse mediante la observación, la descripción o la experimentación. Además, los productos de un filosofar correcto no son hechos nuevos sino nuevas perspectivas sobre suposiciones, creencias, significados y definiciones de nuestros pensamientos y acciones.

La PME de Reimer, conocida como educación estética (EE) y que predominó por más de tres décadas en esta disciplina, persigue entre otros objetivos, tanto ser convincente desde el punto de vista filosófico como útil en el espectro completo de las aplicaciones de la enseñanza y aprendizaje de la música, uniendo teoría y práctica; que la educación musical se considere aplicable a todos los niños en las escuelas, no solamente a aquellos que destacan por sus altas competencias musicales, y que el currículo musical útil y válido incluya todas las actividades con la música, es decir, la audición, la ejecución, la composición y otras, además de todas las formas de pensamiento sobre la música.

La EE se fundamenta en la estética y en la estética de la música, así que Reimer se centra en una de las funciones y dimensiones de la música, olvidando otras como la antropológica y la socioeconómica; además se ocupa sólo marginalmente de los otros participantes del proceso educativo: alumnos, autores y profesores, así como de las relaciones entre estos. Por esta razón la EE ha sido muy criticada.

La filosofía praxial, como denomina Elliott a su filosofía de la educación musical, sostiene que la música tiene muchos valores importantes. Afirma que los eventos que llamamos obras musicales son resultado de las acciones de la gente, que vive en tiempos y lugares particulares y que produce obras de varios tipos: composiciones escritas, canciones improvisadas, entre otras, y están relacionadas con historias y estándares de práctica musical diversos, sin importar si son conocidos claramente por los músicos, profesores y estudiantes de música.

De acuerdo con lo anterior, la audición inteligente de la música de cualquier tipo implica considerar varias dimensiones interconectadas de significados: la afectiva, la interpretativa, la estructural, la expresiva, la representativa, la social y la personal.

Según Elliott, una de las categorías de valores musicales más importantes se crea cuando hay un balance y correspondencia entre nuestra musicalidad y el amplio espectro de retos afectivos y cognitivos implicados en la audición y el hacer música (como intérpretes, improvisadores, compositores, arreglistas o directores de grupos). A través de ello, alcanzamos los valores centrales de hacer y escuchar música, como el disfrute musical, el crecimiento personal, el conocimiento de sí mismo y la autoestima, y concibe una forma de educación multicultural.

Una de las características principales que tiene la filosofía y que en mi opinión es conveniente aplicar al campo de la música y al campo de la educación musical, es que se caracteriza por ser un proceso de reflexión en el que quien la practica desea acercarse a una mejor comprensión de algo y de las actividades que se llevan a cabo a su alrededor, como puede ser la interpretación musical en sus diversas formas, la composición, la improvisación, la educación y la investigación sobre la música desde cualquier disciplina.

Los diálogos entre filósofos de diferentes puntos de vista animan la PME y la enriquecen. En ese sentido, los artículos de la Philosophy of Music Education Review, así como los libros The Oxford Handbook of Philosophy in Music Education (Bowman y Frega, 2012) y Praxial Music Education: Reflections and Dialogues (Elliot, 2005), que contiene respuestas de varios filósofos de la educación musical, pueden mostrar un panorama más completo y profundo de la PME.

DIDÁCTICA DE LA MÚSICA O MUSIKDIDAKTIK
La palabra didáctica proviene del verbo griego didáskein (διδασκειν), enseñar, que a su vez se relaciona con el sustantivo didaché (διδαχη) enseñanza, instrucción o doctrina. Otras posibles traducciones de dicho verbo en su voz activa son instruir, informar, explicar, ensayar o hacer representar (un coro o un drama).

Es necesario mencionar que, en la pedagogía general, desde finales del siglo xviii, a través de la reforma educativa impulsada por Wilhelm von Humboldt, el concepto de Bildung ha sido muy influyente en las concepciones de la educación en Alemania. Bildung no tiene traducción literal al español; según Humboldt: “La verdadera finalidad del ser humano, o aquella que es prescrita por los inmutables dictados de la razón, es el mayor y más alto desarrollo de sus posibilidades hacia un todo completo y consistente” (citado por Westbury y otros, 2000).

Relacionado con las maneras de utilizar en la historia el concepto de Bildung, se utiliza el concepto de Musikalische Bildung en el sentido de formar y configurar el interior humano a través de la música (Vogt, 2018). A la música se le ha asociado con la formación ética, sobre todo cuando contiene un texto, es decir cuando es cantada. Como al concepto de Bildung, se le han atribuido características ideológicas en ciertos momentos de la historia de la educación en Alemania. Algunas veces ha sido criticado; sin embargo, a pesar de esas críticas, ha dado lugar a diferentes perspectivas pedagógicas, filosóficas y científicas que parten de este concepto. En la educación musical, a pesar de su vaguedad, permanece atractivo.

En Alemania se distinguen la didáctica que se aplica a la educación en general dentro de los ciclos educativos básicos y las didácticas específicas que se ocupan de disciplinas en particular. Para la educación musical existe una didáctica específica, la Musikdidaktik (MD), que se ocupa de las concepciones didácticas, es decir, de las posibles respuestas a las preguntas fundamentales de la educación musical. Las teorías y concepciones educativas generales han sido parte fundamental en su construcción, junto con la naturaleza de la música y la amplia variedad de sus prácticas.

Según Kaiser y Nolte (2003), la MD responde a las preguntas ¿qué es un campo de aprendizaje musical?, ¿cómo se fundamentan los objetivos de la clase de música?, ¿cuáles fundamentos determinan la selección de situaciones como contenidos de una clase de música?, ¿qué es comportarse musicalmente?, ¿qué caracteriza a un método? Estas preguntas y sus respuestas se encuentran frecuentemente en las publicaciones de la MD, y sin embargo, las respuestas son múltiples y variadas.

Los contenidos de la MD parten de diferentes concepciones de la pedagogía de la música. La MD presenta modelos de enseñanza y medios para reflexionar sobre los procesos educativos, pero la reflexión de la MD y la práctica musicopedagógica real no coinciden, es decir, no se discute sobre clases de música específicas, sino que el objetivo principal es que se contribuya a los cambios de la realidad de la clase.

En lugar de presentar un concepto de didáctica de la música, Kaiser y Nolte presentan varios conceptos de diferentes autores con el fin de que los lectores conozcan ejemplos diferentes de reflexión didáctica. Asimismo, la MD no da respuestas específicas como qué obras o qué autores deben incluirse en una clase, ni indica en qué medida debieran incluirse ejemplos de la música popular o si solamente deben incluirse aquellos ejemplos de la música de los períodos clásico y romántico, ya que decidir sobre estos asuntos dependerá de alumnos, situaciones y contextos específicos.

La MD trata los componentes de la didáctica, tales como objetivos, contenidos y métodos, y la relación teórica entre ellos, siempre asociándolos con las actividades musicales. Además de utilizar los componentes de la didáctica general, sus relaciones y sus vínculos con la música, incluye acciones musicales que se denominan formas de interactuar con la música. Una de las clasificaciones más importante de las denominadas formas de interactuar con la música, es la de Venus que distingue cinco formas básicas (citado en Kaiser y Nolte, 2003, p. 33):

  1. La producción musical, que puede ser composición o improvisación.
  2. La reproducción de la música ya sea vocal o instrumental, solista o en grupos, en vivo o por medio de grabaciones.
  3. La recepción de la música interpretada por uno mismo o escuchando la interpretada por otros.
  4. La transposición de la música, por ejemplo, con movimientos o bailes, pero también en presentaciones orales, escritas o gráficas.
  5. La reflexión sobre la música.

La inclusión de la MD en los planes de estudio de música escolar (Schulmusik) tiene por objetivo contribuir a la formación de criterios, habilidades de reflexión y argumentación de los futuros profesores.

LAS TRADICIONES DE LA DIDAKTIK, EL CURRÍCULO Y SU ENCUENTRO
Westbury, especialista norteamericano en educación, conoció accidentalmente el concepto de Didaktik en las últimas décadas del siglo XX y le motivó un gran interés que derivó en varios encuentros internacionales y publicaciones promovidos por él junto con Stefan Hopmann (Noruega) y Kurt Riquarts (Alemania).

Ellos opinan, entre otras cosas, que las ciencias de la educación en Estados Unidos separan los estudios del currículo de la pedagogía, forma totalmente opuesta a la aproximación holística de la Didaktik y que la fragmentación que ocurre en Estados Unidos va en detrimento de los estudios de currículo y pedagogía. Además opinan que el control público de las escuelas por medio del currículo desarrollado para la escuela y el sistema escolar implica ver a los profesores como obreros y que se espera de ellos que lo implementen de acuerdo con procedimientos y reglas del gobierno. El currículo en ese sentido es prescriptivo.

Según su opinión, la enseñanza de la Didaktik está centrada en formas de razonamiento acerca de la enseñanza para un profesor de educación básica que se concibe como un profesional autónomo, que tiene amplia libertad dentro de la estructura del plan de enseñanza para desarrollar sus propios acercamientos a la disciplina.

LA DIDÁCTICA Y LA DIDÁCTICA DE LA MÚSICA EN MÉXICO
Es importante mencionar que las condiciones en México son particulares. Algunos especialistas en enseñanza del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, entre ellos  Ángel Díaz Barriga, consideran que la didáctica desafortunadamente ha sido poco cultivada en nuestro país y hay un desprecio por este campo educativo. La enseñanza de la música en el sistema educativo nacional ha sido poco atendida, aun cuando desde 1937 Lázaro Cárdenas decretó la incorporación de la enseñanza del canto coral en la educación básica. Luis Sandi, algunos años después, señalaba que México carecía de una tradición de enseñanza musical en el sistema educativo nacional. Más recientemente, desde finales de los años noventa, se incluyó la enseñanza de las artes y sus programas estuvieron sujetos a cambios sexenales. Parecía que este panorama iba a cambiar con la reforma al artículo 3o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y al artículo 30 de la Ley General de Educación, pero en esos documentos se le concede un espacio extraescolar a la enseñanza de la música, lo que motivó gran descontento en la comunidad de profesores de todos los niveles, ya que así la prioridad estaba en la formación de orquestas y grupos de alumnos, pero no se mencionaba cómo la educación musical en el espacio escolar llegaría e incluiría a todos los alumnos.

La respuesta al descontento generalizado de especialistas (véase: Estrada y otros, 2019) y la incertidumbre de cómo se implementaría la educación musical en el sistema educativo nacional motivó como respuesta la publicación por parte de la Facultad de Música de la UNAM del libro La Educación Musical en el nivel básico en México (Estrada, Gutiérrez y Sastré, 2021) en el cual participaron diecisiete académicos de diversas instituciones. El libro incluye ejercicios filosóficos de participantes en el posgrado en música de la UNAM y se encuentra en acceso abierto (ver referencias).

NUESTRO PAÍS ESTÁ MUY LEJOS DE CONTAR CON UN SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL QUE INCLUYA LA EDUCACIÓN MUSICAL PARA TODOS LOS ALUMNOS

CONCLUSIONES
Tanto la PME como la MD son reflexiones con características filosóficas, es decir, utilizan procedimientos filosóficos como el análisis de conceptos y definiciones, el uso del lenguaje, el razonamiento lógico y los postulados teóricos, y fomentan la capacidad de argumentación de sus seguidores. Sin embargo, sus temas específicos son diferentes; en el caso de la PME se centran en la naturaleza de la música y la educación, en los comportamientos éticos de los actores en la educación, como los profesores, y en sus relaciones con los alumnos y los entornos socioculturales, entre otros. En la MD los temas son referidos más a los componentes de la didáctica como los objetivos, los contenidos, los métodos y las formas de interactuar con la música, todo ello centrado en el aprendizaje del alumno. Es importante enfatizar que ni en la PME ni en la MD hay consensos, sino una variedad de perspectivas diferentes, así que hablar de una comparación entre estas disciplinas es tarea compleja pues se traslapan y en algunos casos se complementan. En el contexto nacional es difícil resolver la carencia de especialistas en filosofía de la educación musical y en didáctica musical, y, además, desafortunadamente, nuestro país está muy lejos de contar con un sistema educativo nacional que incluya la educación musical para todos los alumnos. Desde ese punto de vista ha sido atinada la inclusión, en el campo de la educación musical del posgrado en música, de seminarios dedicados a estos dos temas; ya sus graduados han producido algunas tesis y colaboraciones en publicaciones que tratan estos temas.
Luis Alfonso Estrada Rodríguez es licenciado en piano por la Escuela Nacional de Música (ENM), hoy Facultad de Música de la UNAM (FaM); maestro en filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras y doctor en filosofía especializado en pedagogía musical, suma cum laude, por el Institut für Musikpädagogische Forschung de la Hochschule für Musik und Theater Hannover, Alemania. Es profesor titular C en la FaM y ha impartido clases en Argentina y Alemania y participado en más de noventa eventos académicos en diversos países. Sus publicaciones, muchas de ellas alrededor de la filosofía de la enseñanza de la música, circulan en diversos países; ha contribuido con el tema de la enseñanza de la música en América Latina en The Oxford Handbook of Music Education (Oxford University Press, 2013).

Referencias
Bowman, Wayne (1998). Philosophical Perspectives on Music. Nueva York: Oxford University Press.

Bowman, Wayne, y Frega, Ana Lucía (Eds.) (2012). The Oxford Handbook of Philosophy in Music Education. Oxford University Press.

Elliot, David J. (Ed.) (2005). Praxial Music Education: Reflections and Dialogues. Nueva York: Oxford University Press.

Estrada, Luis, y Gutiérrez Gallardo, Laura (Coords,) (2021). La Educacion Musical en el nivel basico en Mexico. Retos y propuestas actuales. México: Facultad de Música, UNAM. https://www.repositorio.fam.unam.mx/handle/123456789/122.

Sastré Barragán, Federico (coordinador)

Estrada, Luis, y otros (2019). Por una educación verdaderamente inclusiva. Mexico: Este país.

Kaiser, Hermann J., y Nolte, Eckhard (2003). Musikdidaktik. Alemania: Schott Music.

Reimer, Bennett (2003). A Philosophy of Music Education: Advancing the Vision. Nueva York: SUNY Press.

Vogt (2018). Musikalische Bildung. En Dartsch, Michael; Knigge, Jens; Niessen, Anne; Platz, Friedrich, y Stoger, Christine, Handbook Musikpädagogik, 2018.

Westbury, Ian; Hopmann, Stefan, y Riquarts, Kurt (2005). Teaching As A Reflective Practice. The German Didaktik Tradition. Nueva York: Routledge.
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